Servicio de mantenimiento al hogar: lo que aprendí tras una mala experiencia...

Me pasó hace como seis meses, y todavía me da coraje —pero también me deja pensando cada vez que lo cuento.

Era sábado por la tarde. El refrigerador empezó a hacer un ruido raro y ya no enfriaba. Tenía carne descongelándose, la cocina con un charco enorme, y no quería estar al día siguiente tirando toda la comida.

Pregunté en el grupo de la familia y me recomendaron a un técnico que arreglaba electrodomésticos. Lo busqué rápido en Facebook. Tenía varios comentarios buenos, su número estaba ahí mismo y, para no hacerte el cuento largo, a la hora ya estaba tocando el timbre.

Cuando buscar ayuda rápida puede ponerte en riesgo

Yo estaba sola con mis dos hijos. Lo vi y ni siquiera traía su mochila de herramientas. Algo me dio mala espina, pero pensé: "Que pase rápido, que revise, y ya."

Entró. Revisó. Según él, era una pieza que se había quemado, que tenía que ir a conseguirla, pero que necesitaba un adelanto.

En ese momento no pensé tanto. Me enojé. Me sentí estafada. Me dije a mí misma: "por andar de confiada, por no esperarte, por llamarle a cualquiera."

No fue solo el dinero: me di cuenta de lo que realmente puse en juego

Esa noche, cuando los niños se durmieron, me cayó el veinte de otra cosa: yo le abrí la puerta de mi casa a un desconocido.

Sola. Con mis hijos. Sin saber su nombre completo, sin referencias reales, sin nada.

Y ahí me cambió el coraje por otra cosa, por un nudo en el estómago. Porque sí, perdí MX$500… pero eso fue lo de menos.

En este país, a veces basta con abrir la puerta para que todo se salga de control. Y aunque a mí no me pasó nada, ¿qué tal si sí? ¿Qué tal si no solo no regresa, sino que nos robe o se ponga agresivo?

Desde entonces, me juré que nunca más iba a meter a nadie a mi casa sin saber exactamente quién es. Ni al plomero, ni al técnico, ni al que "me recomendaron". Menos si no hay garantía de nada.

¿Cómo encontrar técnicos confiables para servicios del hogar?

Días después, una amiga me habló de un servicio que ella usa. Desde su celular puede pedir servicios de Mantenimiento al Hogar con técnicos con garantía. Le dije que ya nada me daba confianza, pero me enseñó cómo funciona:

Ves la foto del técnico, lees reseñas reales, sabes de dónde viene, puedes agendar en el horario que tú elijas, y todo queda registrado. Eso fue lo que me hizo abrir la mente. No parecía una improvisación. Parecía un servicio serio, pensado en la seguridad de quienes lo necesitan.

El nombre del servicio es sencillo, claro y directo: Mantenimiento al Hogar.

Mi experiencia al contratar mantenimiento desde una app con respaldo

La siguiente vez que se me descompuso la lavadora, lo probé.

Coticé el servicio en menos de 5 minutos. Vi que también hacen instalación de cuadros, pantallas, mantenimiento de aire acondicionado —que no tengo, pero me pareció útil tenerlo a la mano.

Agendé para el día que tenía más libre.

Por la experiencia anterior, le pedí a mi hermano que estuviera conmigo, pero no podía. Lo bueno fue que, desde la app, me mandaron la ficha técnica del técnico: nombre completo, foto, calificaciones y ruta en tiempo real.

Era uno de esos técnicos con garantía que ya están verificados y respaldados.

Llegó puntual. Bien presentado. Con identificación. Además, como era la primera visita de diagnóstico, fue gratis.

Días después, arregló todo y se fue. Lo califiqué y… todo bien. Por fin, un servicio de mantenimiento al hogar que me dejó más que un electrodoméstico funcionando: me dejó tranquila.

No solo arreglé la lavadora… recuperé mi tranquilidad

Y no, no me cambió la vida, pero me quitó un peso.

Esa vez no solo arreglé la lavadora… arreglé también la desconfianza que me había quedado.

Hoy, cada que alguien me pregunta "¿conoces a alguien que arregle...?", ya no paso el contacto "de confianza". Paso la app de Mantenimiento al Hogar.

Porque aprendí, por las malas, que en este país, la seguridad para mi familia vale más que una solución rápida. Y que si voy a dejar entrar a alguien a mi casa, quiero que sea uno de esos técnicos con garantía, no solo "alguien que te recomendaron por Facebook".

¿A quién le abrirías la puerta tú?

A veces creemos que solo estamos contratando un servicio, pero en realidad estamos abriendo la puerta a algo más.

Por eso ahora, cada vez que necesito un servicio, me aseguro de hacerlo con respaldo, con seguridad… y con técnicos con garantía.