Enero siempre me cae como un golpe seco. Después de diciembre, de los eventos, los gastos y esa sensación de que todo fluye, llega el momento incómodo de abrir la app del banco y enfrentar la realidad. Menos ingresos, más compromisos y una lista mental de propósitos que empieza casi siempre igual: “este año quiero ahorrar más”.
Soy músico y mi moto es parte de mi rutina. Es cómo llego a ensayos, eventos y tocadas fuera de la ciudad. Por eso, cuando arrancó el año, decidí “hacer lo responsable”. Cancelé gastos pequeños, ajusté mis hábitos y tomé una decisión que, en ese momento, me pareció lógica: cancelé mi Seguro de Moto. Enero iba a ser tranquilo, pensé. Menos salidas, menos riesgos. Además, solo sería por un rato, y después lo volvería a contratar.
La cuesta de enero se supera apretándose un poco, me repetí.
Cuando juegas con tu tranquilidad al rodar sin Seguro de Moto en la carretera.

Pasaron un par de semanas y el plan parecía funcionar. Algunos eventos aquí y allá, ingresos moderados, pero constantes. Un día recibí una llamada para tocar fuera de la ciudad. Buen ambiente, buen pago. Justo lo que necesitaba para cerrar el mes.
Salí temprano, cargué mi guitarra, mi micrófono y tomé la carretera. La ruta era conocida, la mañana tranquila y la sensación de que todo estaba bajo control me acompañó durante los primeros kilómetros.
Sin aviso, la moto empezó a fallar. Perdió fuerza, mi motor dejó de funcionar y tuve que orillarme.
Me bajé, intenté arrancarla otra vez y nada. No pasó mucho tiempo antes de que una joven se detuviera. Iba camino a su trabajo y, sin pensarlo, se acercó a preguntar si todo estaba bien.
Me bajé, intenté arrancarla otra vez y nada. No pasó mucho tiempo antes de que una joven se detuviera. Iba camino a su trabajo y, sin pensarlo, se acercó a preguntar si todo estaba bien.
Platicamos un poco. Le conté que iba a tocar, que enero estaba pesado. Ella me dijo que algo parecido le había pasado antes y que desde entonces no se subía a su moto sin seguro.

-”¿Por qué decidiste cancelar tu seguro, yo la verdad, ya nunca salgo a rodar sin protección”
-”Tenía pocos eventos este mes, y pensé que si evitaba usar mi moto, me podía ahorrar lo del seguro, al menos por este mes”, le dije.
Lo que me dijo después, cambió mi forma de ahorrar, para siempre:
-”¿Por qué no contratas un Seguro por KM, si no la usas en todo el mes, no pagas nada, pero si decides usarla, solo pagas por los km que recorres, así no tienes que rodar sin protección?”
—“Mira”, me dijo mientras abría una app llamada WOOW.
“Aquí tengo mi póliza. No tengo que llamar a nadie ni buscar papeles. Todo está aquí”.
“Aquí tengo mi póliza. No tengo que llamar a nadie ni buscar papeles. Todo está aquí”.
Me enseñó la pantalla: los kilómetros registrados, la cobertura activa, la tranquilidad de saber que, si algo pasaba, no estaba sola. Todo desde su celular, sin complicaciones. En ese momento entendí que ahorrar no era dejar de protegerme, sino elegir mejor cómo hacerlo.
Contratar un Seguro, también es una forma de ahorrar

Llegué tarde al evento. Pagué el traslado, la revisión mecánica y perdí parte del ingreso del día. El dinero que había “ahorrado” cancelando el seguro se fue en una sola mañana.
De regreso a casa entendí algo que no estaba en mi lista de propósitos de Año Nuevo. Ahorrar no siempre es recortar. A veces es elegir bien qué mantener. Un Seguro de Moto no es un gasto extra, es parte de moverte con tranquilidad. Ese día, conocí el mejor seguro para la cuesta de enero, uno, que sin duda, va con mi estilo de vida.
Enero no pide decisiones impulsivas. Pide decisiones que te acompañen todo el año. Hoy veo la cuesta de enero de otra forma. No como una montaña imposible, sino como una lección temprana. Cancelar el seguro no me ayudó a ahorrar; me dejó expuesto justo cuando más necesitaba respaldo. Aprendí que cuidar mis finanzas también significa cuidar cómo me muevo, cómo trabajo y cómo enfrento lo inesperado. Ahorrar no es dejar de protegerte. Es hacerlo mejor.
Moverte en moto es parte de tu identidad, de tu trabajo y de tu día a día. Elegir un Seguro de Moto no se trata solo de cumplir, sino de acompañarte en cada trayecto con la tranquilidad de saber que no estás solo cuando más lo necesitas.
Tal vez enero sea el mejor momento para tomar decisiones que sí te respalden todo el año.
Comentarios